Daily Archives: Abr 5, 2015

Frederick Bousquet dice adiós al Mundial de Kazán

FredSe cierran los Nacionales Franceses en Limoges – evento que servía como gran homenaje a la desaparecida Camille Muffat – con un gran número de mínimas, varios Récords de Francia y, por desgracia, la mala noticia del fin de semana: la no participación de Frédérick Bousquet en el próximo Mundial de Kazán.

Lara Grangeon coge fuerza para Kazán con un Récord francés

Gran Récord de Francia el que se ha anotado hoy por primera vez Lara Grangeon. Será una de las nadadoras clave en los próximos Mundiales. Muestra de ello sus tres mínimas individuales y su Récord Nacional de hoy en los 400m. estilos con 4’37″55, plusmarca que le arrebata a la tristemente fallecida Camille Muffat (4’38″23, con 19 años). También en esa misma prueba Fantine Lesaffre logró su billete a última hora para Kazán con 4’42″94.

En el hectómetro mariposa masculino Mehdy Metella apuró sus opciones y logró reducir los 52″52 que exigía la FFN. Con un crono de 51″74 fue el único francés en hacerlo, colocándose además con el tercer mejor registro del año. Por su parte, Damien Joly se consagra como el fondista francés para el Mundial al rebajar también la mínima de los 1500m. libres con 15’05″81, 6ª mejor marca mundial del año. Quien apuró también para estar en Rusia fue Anna Santamans, que esperó al último día para lograr el tope FFN en los 50m. libres con 24″82 y colocarse entre los diez mejores cronos mundiales. En hombres, imponente 21″57 de Florent Manaudou (Mejor Marca Mundial del Año). Logró su segunda mínima individual válida tras la lograda el primer día en los 50m. mariposa. Veremos si ese mejor registro mundial le dura al francés, ya que mañana, en Río de Janeiro, arranca con Bruno Fatus y César Cielo el segundo test brasileiro para estar en Kazán. También con mínima individual válida, Clément Mignon, que puso en el marcador de Limoges un 22″08.

Grant Hackett, con 1’46″84, se mete en el relevo del 4×200 para el Mundial

GrantHackettJorge Bados

Aunque su gran 400m. libre impedía al veteranísimo nadador, Grant Hackett, estar en el Mundial de Kazán – por normativa FINA reguladora de plaza -, no era una locura pensar que casi en la sombra el ex plusmarquista mundial tenía guardados varios ases en la manga. Y vaya que si los tenía. Tuvo que sudar y mucho para realizar en los 200m. libre 1’46″84, el cuarto mejor de la final y por tanto con billete asegurado para el Mundial. Al bueno de Hackett solo le ganaron los que están llamados a liderar la natación australiana en Río: Cameron McEvoy (1’45″94), David McKeon (1’46″33) y Fraser-Holmes (1’46″83). Una suma de tiempos que ronda el 7’05», crono muy similar al que hizo China para ser bronce (7’04″74) en el pasado Campeonato del Mundo.

Por lo demás, la tarde de finales dejó las mínimas individuales de gente muy importante. En el hectómetro espalda Emily Seebohm respiró profundo al lograr la mínima con 58″91. Misma mínima la que logró la joven promesa Madi Wilson, que a punto estuvo de meterle la mano a Seebohm con 58″94. En hombres, una de las estrellas jóvenes del pasado Mundial en corta de Doha, Mitch Larkin, logró realizar unos magníficos 53″10, un ritmo de prueba que ayudó a que su compañero, Benja Treffers, redujera también ese tope (53″77). Finalmente, la bracista de 20 años, Taylor McKeown, logró su pase a Kazán con 1’07″07, el único tiempo por debajo de los 1’07″12 exigidos.

Cuando la adversidad casi gana al nadador

EduardoEstos días atrás – e incluso hoy -, cuando medio mundo anda en el agua persiguiendo sus objetivos, uno piensa en la cantidad de veces que los deportistas dan un paso más cuando sus pies ya no pueden apoyar ni el suelo. O cuando dan una brazada más cuando sus brazos están en el punto más alto del agotamiento. Cuando observas esto te das cuenta que el progreso es algo parecido a la suerte: parte depende de ti; parte depende de las circunstancias; parte de la propia suerte que tengas; y otra parte, para los más creyentes, en lo que la vida te tenga deparado: lo que conocemos como destino.
Y me quiero centrar en el primer grado del progreso: el que depende de ti. Estos días he aprendido que cuando uno más quiere, más puede dar de sí mismo. Y precisamente en ese momento es cuando las circunstancias, la suerte y el destino quedan en un segundo plano. Y el ejemplo más claro: Eduardo Solaeche. Es “jodido” preparar unos campeonatos en lo periodístico y que tu estrella nacional del deporte lo primero que te diga no es una gran marca, sino “vengo del hospital”. Ahí comprendes cómo las circunstancias se ceban con el deportista que ha trabajado horas y horas, lejos de casa, alejado de su gente de siempre. Te preguntas incluso reiteradas veces el porqué de las cosas. ¿Por qué esto y en este momento? ¿Por qué no dolió una semana antes, cuando estaba en el sofá de casa, en vez de ahora en la cama del hotel a unas horas de tirarse al agua? Cuestiones dolorosas de preguntarse; respuestas difíciles de asimilar.

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