Kiko Hervás, durante una de sus concentraciones en Las Palmas

(RFEN) Francisco ´Kiko´ Hervás, pese a la rotura del quinto metatarsiano de su pie izquierdo que se produjo hace 48 horas, tomó la salida en los 10 kilómetros de Aguas Abiertas que se han disputado en el lago Serpentine de Londres, y ha finalizado en la posición 23º, a 3:32.70 del vencedor, el tunecino Oussama Melloulli (1.49:55.10), que hace unos días se colgó el bronce olímpico en los 1500 libre. La plata fue para el alemán Thoma Lurz y el bronce para el canadiense Andreas Weinberger.

Fue una carrera muy rápida y con el agua muy fría. Dos datos que ya de por sí eran negativos para Kiko. Si a eso añadimos la rotura de un dedo de su pie izquierdo, tenemos un cóctel que nos invitaba a estar pendientes de cuánto podría aguantar el español en las sucias y frías aguas del lago de Hyde Park. Pues aguantó las casi dos horas que duró la prueba, eso sí, siempre en posiciones rezagadas, eludiendo el contacto con otros nadadores para evitar que se agravara su dolor. Fue una pesadilla para el de Esplugues, pero que prefirió sufrir a abandonar. Y aunque en puestos de cola, las tres primeras vueltas (5 kilómetros) las hizo en el pelotón, a 13 segundos de la cabeza que por entonces compartían Melloulli y Weinberger. Tampoco se descolgó al paso por la cuarta vuelta, pues cedía solo 22 segundos.

Evidentemente era cuestión de tiempo y de que la cabeza apretara su marcha en la pelea por las medallas. La quinta y penúltima vuelta nos devolvió a Kiko en la posición 23, pero ya a 1:33.10 de la cabeza. Y la sexta y última vuelta al circuito fue ya un aguantar por coraje y pundonor más que por voluntad de competir. Al final, 23º, a 3:32.70, con un tiempo de 1.53:27.80. En Pekín, hace cuatro años, fue 13º; aquí ha cedido diez plazas más, pero sólo el haberse tirado al agua ya ha merecido el premio a la combatividad.