Miguel Martín.

Es una frase sencilla, no te rindas nunca. Lo malo de esta frase es que lo único sencillo que tiene es la dicción, porque aplicarla es duro, muy duro.

Tener una mentalidad ganadora no es celebrar triunfos, es aprender de las derrotas, aprender que perdiendo se gana, no oros, premios o récords, se gana experiencia, se gana sabiduría, se forja algo dentro de ti, que te va a acompañar el resto de tu vida.

Se esculpe tu carácter, esculpir es quitar lo que sobra a la fuerza. No va a ser agradable y por supuesto que cambiarías toda esa sabiduría y experiencia por haber logrado tu sueño.

Pero no pierdas la esperanza, por muy duros que sean los obstáculos en tu camino, están muy lejos de ser invencibles, lo único que necesitas es relajarte, pensar con la cabeza fría y el corazón caliente.

Puedes hacerlo, sabes que puedes hacerlo y vas a hacerlo. Me da igual lo que te digan, padres, amigos, compañeros o entrenadores, no pediste su opinión, la única voz que debes escuchar es aquella que te diga que estas preparado, que por qué tú no vas a poder con esto, que esto no acaba hasta que tú no ganes.

Jamás desees que sea fácil, ¿en serio te conformarías así? debes desear que tú fueras mejor, y hacer todo lo posible por ver tu deseo hecho realidad. Deja de lado cualquier distracción, o lo haces bien, o no lo hagas, pero no te quedes a mitad de camino porque la rabia de todo aquello que pudiste haber logrado te comerá por dentro.

No te estoy pidiendo que dejes de lado tu vida, ni mucho menos, solo que si te arriesgas a enfrentarte a tu sueño por mucho que te asuste, que si te arriesgas a dar la espalda a todo sentido «común» que te diga que no estas preparado, lo hagas decidido, porque desde ese momento hasta el final, solo se va a volver más y más duro con cada día que pase. Así que decide ahora, porque el destino no espera a nadie.

No aprendes a ser fuerte hasta que ser fuerte es la única opción posible. Solo créetelo, vas a conseguirlo tan solo porque estás lo suficientemente loco como para pensar que puedes, no defraudes a esa parte de ti que aún confía.